INTRODUCCIÓN
Hoy en día los problemas de esta vida y los
afanes hacen que las personas estén más expuestas a padecer de algún trastorno
de la personalidad, afectando su comportamiento y conducta. Se puede definir a
un trastorno de personalidad está determinado por un conjunto de afecciones psiquiátricas
que alteran el normal desarrollo de las relaciones
interpersonales
En este trabajo abarcaremos el tema de los trastornos de la personalidad
y cuáles son sus consecuencias, posibles
causas , tipos según el Manual de Diagnostico de Trastornos Mentales y por último los diversos tratamientos
utilizados tratamientos.
Además, estos trastornos de la personalidad son problemas tan frecuentes como graves
que afectan enormemente al individuo que los sufre y a su entorno hasta en
algunas ocasiones pueden causar la muerte.
Los
trastornos de la personalidad
Los trastornos de personalidad
son un conjunto de perturbaciones o anormalidades que se dan en las dimensiones
emocionales, afectivas, motivacionales y de relación
social de los individuos.
Los trastornos de la personalidad se caracterizan por patrones de
percepción, reacción y relación que son relativamente fijos, inflexibles y
socialmente desadaptados, incluyendo una variedad de situaciones.
Posibles causas
Los desajustes o trastornos
son un producto de diferentes causas biológicas o medioambientales y, aunque
haya que hacer clasificaciones según ciertas categorías comúnmente aceptadas,
el diagnóstico debe hacerse de forma individual. Hay que tener
presente que la misma causa puede tener síndromes diferentes y un síndrome
determinado puede ser la manifestación de causas diversas, condicionada por la
constitución biológica y el medio familiar, escolar y social en el que el
individuo se encuentre.
Los obstáculos que impiden
que una personalidad se desarrolle eficazmente se conocen con el nombre de frustración, y esta corresponde a las
circunstancias que determinan que una necesidad o motivo fracasen en ser
satisfechos. El estado emocional que acompaña a este hecho se denomina presión
psicológica, tensión o ansiedad.
Los trastornos de
personalidad hay que limitarlos, por tanto, a problemas emocionales, afectivos
y sociales. Estos últimos sólo cuando haya evidencias de que fueron causados
por perturbaciones emocionales o afectivas subyacentes, y no cuando son
producidos por situaciones ambientales propiamente, aunque sea muy difícil
separar en ocasiones el origen y las consecuencias de estos trastornos, que
son, más bien, una red compleja en la que es difícil determinar las causas y
los efectos.
Aunque no todos los
trastornos de personalidad llevan a conductas de inadaptación social, hay una
frecuencia de que las perturbaciones emocionales dan como consecuencia un
desajuste social.
Trastornos de personalidad según el DSM
El DSM-IV-TR (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales de la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos) menciona diez trastornos
de personalidad, los cuales se agrupan en tres grupos:1
Grupo A
(trastornos raros o excéntricos)
- Trastorno
paranoide de la personalidad, personalidad
paranoide.
- Trastorno
esquizoide de la personalidad,
personalidad esquizoide.
- Trastorno
esquizotípico de la personalidad,
personalidad esquizotípica.
Este grupo de trastornos se caracteriza por
un patrón penetrante de cognición (por ej. sospecha), expresión (por ej.
lenguaje extraño) y relación con otros (por ej. aislamiento) anormales.
Grupo B (trastornos dramáticos, emocionales o erráticos)
- Trastorno
antisocial de la personalidad,
personalidad antisocial.
- Trastorno límite de la personalidad,
personalidad límite o Borderline.
- Trastorno
histriónico de la personalidad,
personalidad histriónica.
- Trastorno
narcisista de la personalidad,
personalidad narcisista.
Estos trastornos se
caracterizan por un patrón penetrante de violación de las normas sociales (por
ej. comportamiento criminal), comportamiento impulsivo, emotividad excesiva y
grandiosidad. Presenta con frecuencia acting-out (exteriorización de sus
rasgos), llevando a rabietas, comportamiento auto-abusivo y arranques de rabia.
Grupo C
(trastornos ansiosos o temerosos)
- Trastorno de
la personalidad por evitación,
personalidad fóbica.
- Trastorno de la personalidad por dependencia,
personalidad dependiente.
- Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad,
trastorno anancástico de la personalidad o personalidad
obsesiva-compulsiva.
Este grupo se caracteriza por un patrón
penetrante de temores anormales, incluyendo relaciones sociales, separación y
necesidad de control.
Definiciones de los
trastornos de la personalidad
Los trastornos de la personalidad incluyen los siguientes tipos: paranoide,
esquizoide, esquizotípico, histriónico, narcisista, antisocial, límite,
evitador, dependiente, obsesivo-compulsivo y pasivo-agresivo. El trastorno de
identidad disociativo, anteriormente llamado trastorno de personalidad
múltiple, es un trastorno completamente diferente.
Personalidad paranoide
Las personas con una personalidad paranoide proyectan sus propios
conflictos y hostilidades hacia otros. Son generalmente frías y distantes en
sus relaciones. Tienden a encontrar intenciones hostiles y malévolas detrás de
los actos triviales, inocentes o incluso positivos de otras personas y
reaccionan con suspicacia a los cambios en las situaciones. A menudo, las
suspicacias conducen a conductas agresivas o al rechazo por parte de los demás
(resultados que parecen justificar sus sentimientos originales).
Los que tienen una personalidad paranoide frecuentemente intentan acciones
legales contra otros, especialmente si se sienten indignados con razón. Son
incapaces de ver su propio papel dentro de un conflicto. Aunque suelen trabajar
en relativo aislamiento, pueden ser altamente eficientes y concienzudos.
A veces las personas que ya se sienten alienadas a causa de un defecto o
una minusvalía (como la sordera) son más vulnerables a desarrollar ideas
paranoides.
Personalidad esquizoide
Las personas con una personalidad esquizoide son introvertidas,
ensimismadas y solitarias. Son emocionalmente frías y socialmente distantes. A
menudo están absortas en sus propios pensamientos y sentimientos y son
temerosas de la aproximación e intimidad con otros. Hablan poco, son dadas a
soñar despiertas y prefieren la especulación teórica a la acción práctica. La
fantasía es un modo frecuente de enfrentarse a la realidad.
Personalidad esquizotípica
Las personas con una personalidad esquizotípica, al igual que aquellas con
una personalidad esquizoide, se encuentran social y emocionalmente aisladas.
Además, desarrollan pensamientos, percepciones y comunicaciones insólitas.
Aunque estas rarezas son similares a las de las personas con esquizofrenia, y
aunque la personalidad esquizotípica se encuentra a veces en la gente con
esquizofrenia antes de que desarrollen la enfermedad, la mayoría de los adultos
con una personalidad esquizotípica no desarrolla esquizofrenia. Algunas
personas muestran signos de pensamiento mágico (la idea de que una acción
particular puede controlar algo que no tiene ninguna relación con ella). Por
ejemplo, una persona puede creer que va a tener realmente mala suerte si pasa
por debajo de una escalera o que puede causar daño a otros teniendo
pensamientos de ira. La gente con una enfermedad esquizotípica puede tener
también ideas paranoides.
Personalidad histriónica
Las personas con una personalidad histriónica (histérica) buscan de un modo
notable llamar la atención y se comportan teatralmente. Sus maneras vivamente expresivas
tienen como resultado el establecer relaciones con facilidad pero de un modo
superficial. Las emociones a menudo aparecen exageradas, infantilizadas e
ideadas para provocar la simpatía o la atención (con frecuencia erótica o
sexual) de los otros. La persona con personalidad histriónica es proclive a los
comportamientos sexualmente provocativos o a sexualizar las relaciones no
sexuales. Pueden no querer en realidad una relación sexual; más bien, sus
comportamientos seductores a menudo encubren su deseo de dependencia y de
protección. Algunas personas con personalidad histriónica también son
hipocondríacas y exageran sus problemas físicos para conseguir la atención que
necesitan.
Personalidad narcisista
Las personas con una personalidad narcisista tienen un sentido de
superioridad y una creencia exagerada en su propio valor o importancia, lo que
los psiquiatras llaman “grandiosidad”. La persona con este tipo de personalidad
puede ser extremadamente sensible al fracaso, a la derrota o a la crítica y, cuando
se le enfrenta a un fracaso para comprobar la alta opinión de sí mismos, pueden
ponerse fácilmente rabiosos o gravemente deprimidos. Como creen que son
superiores en las relaciones con los otros, esperan ser admirados y, con
frecuencia, sospechan que otros los envidian. Sienten que merecen que sus
necesidades sean satisfechas sin demora y por ello explotan a otros, cuyas
necesidades o creencias son consideradas menos importantes. Su comportamiento
es a menudo ofensivo para otros, que les encuentran egocentristas, arrogantes o
mezquinos.
Personalidad antisocial
Las personas con personalidad antisocial (en otro tiempo llamada
psicopática o personalidad sociopática), la mayor parte de las cuales son
hombres, muestran desprecio insensible por los derechos y los sentimientos de
los demás. Explotan a otros para obtener beneficio material o gratificación
personal (a diferencia de los narcisistas, que creen que son mejores que los
otros). Característicamente, tales personas expresan sus conflictos impulsiva e
irresponsablemente. Toleran mal la frustración y, en ocasiones, son hostiles o
violentas. A pesar de los problemas o el daño que causan a otros por su
comportamiento antisocial, típicamente no sienten remordimientos o
culpabilidad. Al contrario, racionalizan cínicamente su comportamiento o culpan
a otros. Sus relaciones están llenas de deshonestidades y de engaños. La
frustración y el castigo raramente les ocasionan la modificación de sus
conductas.
Las personas con personalidad antisocial son frecuentemente proclives al
alcoholismo, a la toxicomanía, a las desviaciones sexuales, a la promiscuidad y
a ser encarceladas. Son propensas a fracasar en sus trabajos y a trasladarse de
un sitio a otro. Frecuentemente tienen una historia familiar de comportamiento
antisocial, abuso de sustancias, divorcio y abusos físicos. En su niñez,
generalmente, fueron descuidados emocionalmente y con frecuencia sufrieron
abusos físicos en sus años de formación. Tienen una esperanza de vida inferior
a la media, pero entre los que sobreviven, esta situación tiende a disminuir o
a estabilizarse con la edad.
Personalidad límite
Las personas con una personalidad límite, la mayor parte de las cuales son
mujeres, son inestables en la percepción de su propia imagen, en su humor, en
su comportamiento y en sus relaciones interpersonales (que a menudo son
tormentosas e intensas). La personalidad límite se hace evidente al principio
de la edad adulta pero la prevalencia disminuye con la edad. Estas personas han
sido a menudo privadas de los cuidados necesarios durante la niñez.
Consecuentemente se sienten vacías, furiosas y merecedoras de cuidados.
Cuando las personas con una personalidad límite se sienten cuidadas, se
muestran solitarias y desvalidas, frecuentemente necesitando ayuda por su
depresión, el abuso de sustancias tóxicas, las alteraciones del apetito y el
maltrato recibido en el pasado. Sin embargo, cuando temen el abandono de la
persona que las cuida, su humor cambia radicalmente. Con frecuencia muestran
una cólera inapropiada e intensa, acompañada por cambios extremos en su visión
del mundo, de sí mismas y de otras (cambiando del negro al blanco, del amor al
odio o viceversa pero nunca a una posición neutra). Si se sienten abandonadas y
solas pueden llegar a preguntarse si realmente existen (esto es, no se sienten
reales). Pueden devenir desesperadamente impulsivas, implicándose en una
promiscuidad o en un abuso de sustancias tóxicas. A veces pierden de tal modo
el contacto con la realidad que tienen episodios breves de pensamiento
psicótico, paranoia y alucinaciones.
Estas personas son vistas a menudo por los médicos de atención primaria;
tienden a visitar con frecuencia al médico por crisis repetidas o quejas
difusas pero no cumplen con las recomendaciones del tratamiento. Este trastorno
es también el más frecuentemente tratado por los psiquiatras, porque las
personas que lo presentan buscan incesantemente a alguien que cuide de ellas.
Personalidad evitadora
La gente con una personalidad evitadora es hipersensible al rechazo y teme
comenzar relaciones o alguna otra cosa nueva por la posibilidad de rechazo o de
decepción. Estas personas tienen un fuerte deseo de recibir afecto y de ser
aceptadas. Sufren abiertamente por su aislamiento y falta de habilidad para
relacionarse cómodamente con los otros. A diferencia de aquellas con una
personalidad límite, las personas con una personalidad evitadora no responden
con cólera al rechazo; en vez de eso, se presentan tímidas y retraídas. El
trastorno de personalidad evitadora es similar a la fobia social.
Personalidad dependiente
Las personas con una personalidad dependiente transfieren las decisiones
importantes y las responsabilidades a otros y permiten que las necesidades de
aquellos de quienes dependen se antepongan a las propias. No tienen confianza
en sí mismas y manifiestan una intensa inseguridad. A menudo se quejan de que
no pueden tomar decisiones y de que no saben qué hacer o cómo hacerlo. Son
reacias a expresar opiniones, aunque las tengan, porque temen ofender a la
gente que necesitan. Las personas con otros trastornos de personalidad
frecuentemente presentan aspectos de la personalidad dependiente, pero estos
signos quedan generalmente encubiertos por la predominancia del otro trastorno.
Algunos adultos con enfermedades prolongadas desarrollan personalidades
dependientes.
Personalidad
obsesivo-compulsiva
Las personas con personalidad obsesivo-compulsiva son formales, fiables,
ordenadas y metódicas pero a menudo no pueden adaptarse a los cambios. Son
cautos y analizan todos los aspectos de un problema, lo que dificulta la toma
de decisiones. Aunque estos signos están en consonancia con los estándares
culturales de occidente, los individuos con una personalidad
obsesivo-compulsiva toman sus responsabilidades con tanta seriedad que no
toleran los errores y prestan tanta atención a los detalles que no pueden
llegar a completar sus tareas. Consecuentemente, estas personas pueden
entretenerse en los medios para realizar una tarea y olvidar su objetivo. Sus
responsabilidades les crean ansiedad y raramente encuentran satisfacción con
sus logros.
Estas personas son frecuentemente grandes personalidades, en especial en
las ciencias y otros campos intelectuales en donde el orden y la atención a los
detalles son fundamentales. Sin embargo, pueden sentirse desligadas de sus
sentimientos e incómodas con sus relaciones u otras situaciones que no
controlan, con eventos impredecibles o cuando deben confiar en otros.
Personalidad
pasiva-agresiva
Los comportamientos de una persona con una personalidad pasiva-agresiva
(negativista) tienen como objetivo encubierto controlar o castigar a otros. El
comportamiento pasivo-agresivo es con frecuencia expresado como demora,
ineficiencia y malhumor. A menudo, los individuos con una personalidad
pasiva-agresiva aceptan realizar tareas que en realidad no desean hacer y luego
proceden a minar sutilmente la finalización de esas tareas. Ese comportamiento
generalmente sirve para expresar una hostilidad oculta.
CONCLUSIÓN
Al finalizar
esta investigación sobre los trastornos de la personalidad podemos aprender y
apreciar que los mismos son de alto riesgos en las personas que lo padecen causando
enfermedades físicas.
Además, las
personas con trastornos de la personalidad generalmente no son conscientes de
que su comportamiento o sus patrones de pensamiento son inapropiados; por el
contrario, a menudo creen que sus patrones son normales y correctos. Con
frecuencia, los familiares o los asistentes sociales los envían a recibir ayuda
psiquiátrica porque su comportamiento inadecuado causa dificultades a los demás.
Es
importante destacar que las causas de los trastornos de personalidad se
desconocen en la actualidad; sin embargo, se cree que muchos factores genéticos
y ambientales juegan un papel en su desarrollo.
Bibliografía
· López-Ibor Aliño, Juan J. & Valdés Miyar, Manuel
(dir.) (2002). DSM-IV-TR. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales. Texto revisado. Barcelona: Editorial Masson.
·
Millon, Theodore
& Davis, Roger D. Trastornos de la personalidad. Más allá del DSM-IV.
Primera edición 1998. Reimpresiones 1999 (2), 2000, 2003, 2004. Barcelona:
Editorial Masson.
· &
Grossman, Seth & Millon, Carrie & Meagher, Sarah & Ramnath, Rowena.
Trastornos de
la personalidad en de la vida moderna. Primera edición 2001, segunda edición
2006. Barcelona: Editorial Masson & Elsevier.
·
http://www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_07/seccion_07_089.html.
1 comentario:
Hola. Cómo están? Me gusta mucho el blog porque habla acerca de Psicología y siempre me gusta leer sobre estos temas. Le envío saludos.
Publicar un comentario